Sin duda alguna una buena escritura en el niño está definida a la vez, por unas actividades que desde manera temprana aportan a un adecuado desarrollo de la psicomotricidad. Es sumamente importante evidenciar si el infante está teniendo problemas en la coordinación física y los primeros trazos. Aún así existen terapias y tareas efectivas que mejoran o fortalecen tales habilidades. Hoy conoceremos algunas de ellas.
Pasos para el desarrollo de una excelente grafomotricidad en los niños
La coordinación y el papel de la fluidez en las manos son sin duda características que deben trabajarse de manera concreta para que ese desarrollo sea efectivo. Existen actividades lúdicas que permiten tal avance. Inicialmente nos centraremos en las manos y luego en particular en los dedos. Realizar equilibrio con objetos, jugar con canciones que realicen palmadas o imitar movimientos naturales como el viento, las ondas del agua son muy recomendables; también el tener libertad de realizar trazos en la arena o usar pintura en alguna superficie.
Para los dedos existen otras maneras de afianzar la coordinación. Tocar la punta de cada uno de manera veloz, abrirlos simultáneamente, juegos con cuerdas como hacer nudos y luego deshacerlos funcionan de manera efectiva. Otras formas serían desarrollar la fuerza a emplear en cada uno de estos, las canicas, fichas pequeñas de encajar también resuelven y fortalecen la grafomotricidad.
Finalmente otras de las actividades que se pueden emplear en mejorar o fortalecer la grafomotricidad en los niños, son actividades de puntería. Lanzar objetos con las manos, pelotas, bolas de papel y en general objetos con diferente peso que hagan que le niño deba medir su fuerza al querer acertar en el tiro.
La coordinación y el papel de la fluidez en las manos son sin duda características que deben trabajarse de manera concreta para que ese desarrollo sea efectivo. Existen actividades lúdicas que permiten tal avance. Inicialmente nos centraremos en las manos y luego en particular en los dedos. Realizar equilibrio con objetos, jugar con canciones que realicen palmadas o imitar movimientos naturales como el viento, las ondas del agua son muy recomendables; también el tener libertad de realizar trazos en la arena o usar pintura en alguna superficie.
Para los dedos existen otras maneras de afianzar la coordinación. Tocar la punta de cada uno de manera veloz, abrirlos simultáneamente, juegos con cuerdas como hacer nudos y luego deshacerlos funcionan de manera efectiva. Otras formas serían desarrollar la fuerza a emplear en cada uno de estos, las canicas, fichas pequeñas de encajar también resuelven y fortalecen la grafomotricidad.
Finalmente otras de las actividades que se pueden emplear en mejorar o fortalecer la grafomotricidad en los niños, son actividades de puntería. Lanzar objetos con las manos, pelotas, bolas de papel y en general objetos con diferente peso que hagan que le niño deba medir su fuerza al querer acertar en el tiro.