Existen maneras de buscar un óptimo desarrollo en la escritura de los niños y alcanzar resultados que nos permitan tener la confianza de no verlos enfrentados a situaciones o problemas futuros, con respecto a cualquier actividad donde esté involucrada la grafomotricidad. Gran parte de esa responsabilidad nos compete y es por eso indispensable que desde pequeños se ejerciten con actividades específicas que fortalezcan tal actividad.
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Pasos para una excelente grafomotricidad
Podemos centrar las actividades en tres campos importantes. La fuerza usada en las manos y la agilidad de tomar un pincel, un lápiz o cualquier elemento para dibujo está medida por un buen trabajo en ciertas tareas que fortalecen la psicomotricidad. Un ejemplo claro serían juegos como rompecabezas donde se articulan las relaciones visuales y motrices, otro podría ser el enhebrar con lana y el buscar mover pequeños objetos con un pitillo hasta acertar en un hoyo.
El segundo y tercer campo a trabajar serían el trazo recto y curveo. Actividades rasgando papel por líneas definidas o con diferentes ondas mejoran mucho la perspectiva de la agilidad, a la hora de llevar la mano a la práctica. Es fundamental que los niños hagan ejercicios de pintar objetos geométricos sin salirse de las líneas o en especial el de hacer planas consecutivas donde intente imitar tales figuras.
Una excelente grafomotricidad no solo está mediada por las actividades en clase, buscar que en casa los niños puedan seguir practicando y desarrollando estas capacidades, seguro harán de éste una persona con excelentes cualidades en el dibujo y la escritura.
Pasos para una excelente grafomotricidad
Podemos centrar las actividades en tres campos importantes. La fuerza usada en las manos y la agilidad de tomar un pincel, un lápiz o cualquier elemento para dibujo está medida por un buen trabajo en ciertas tareas que fortalecen la psicomotricidad. Un ejemplo claro serían juegos como rompecabezas donde se articulan las relaciones visuales y motrices, otro podría ser el enhebrar con lana y el buscar mover pequeños objetos con un pitillo hasta acertar en un hoyo.
El segundo y tercer campo a trabajar serían el trazo recto y curveo. Actividades rasgando papel por líneas definidas o con diferentes ondas mejoran mucho la perspectiva de la agilidad, a la hora de llevar la mano a la práctica. Es fundamental que los niños hagan ejercicios de pintar objetos geométricos sin salirse de las líneas o en especial el de hacer planas consecutivas donde intente imitar tales figuras.
Una excelente grafomotricidad no solo está mediada por las actividades en clase, buscar que en casa los niños puedan seguir practicando y desarrollando estas capacidades, seguro harán de éste una persona con excelentes cualidades en el dibujo y la escritura.